Tras informarme de cómo imprimirlas, eligiendo tipos de papel, formato, etc... me di cuenta de que no hacía falta pensar tanto, y más teniendo una copistería en el barrio.
Tras explicarle lo que quería, resultó que el encargado de la reprografía era un antiguo jugador de Warhammer. Me explicó que aunque ya no jugase, lo había hecho durante muchos años. Cuando él empezó con el hobby todavía estaba todo en inglés, (importado desde Inglaterra).
Tras la anécdota me recomendó una impresión a color en papel de 300mg en A3, y eso hicimos. El papel es como una cartulina y la impresión queda muy similar a la de las cartas originales, quedé muy satisfecho al verlas en el A3.
El precio de los 3 archivos fue de 4'80€, la verdad es que no es barato, pero ahora mismo las cartas originales están agotadas y las que se pueden encontrar en Internet se venden a 15€. Así pues, creo que casi 5€ no está tan mal.
Con las láminas en posesión se me planteó las dos preguntas siguientes:
¿Cómo cortarlas? ¿Qué usar para pegarlas?
Pues bien, empecé con el cúter y una regla, pero en vista de la poca calidad de corte, cambié a las tijeras y me fue mucho mejor.
Una vez todas cortadas, utilicé cola blanca en la zona exterior para fijar las dos caras, aunque no coincidieran perfectamente, no importa.
Finalmente, una vez pegadas y mantenidas un buen tiempo bajo una superficie plana que las presionaba, les fui recortando los bordes que sobresalían en alguna de las caras.
Y este es el resultado final:
No hay comentarios:
Publicar un comentario